jueves, 27 de enero de 2011

Un alcarreño que regresa a su hogar

Primero de todo, presentarme, que para eso me han educado mis padres y mis profesores, y para que todos sepáis quién soy. Mi nombre, bueno, mi pseudónimo más bien, es Alonso Castellano. Como podrán comprobar, estoy orgulloso de mi tierra castellana, de mi provincia alcarreña, de mi ciudad Guadalajara en la que me he criado hasta que el destino me llevó a Madrid hace ya algunos años. Estudios, trabajo, familia… me trasladaron lejos (a 60 kilómetros más o menos) durante estos años, aunque no ha habido semana en la que no haya vuelto, de alguna manera, a mi tierra. Esta tierra fértil que tan buenos frutos da y que tanto han trabajado nuestros antepasados desde que el mundo es mundo hasta llegar a nosotros, en los albores del siglo XXI. Y de nuevo el bendito destino ha querido traerme a mi verdadero hogar, a mi casa, Guadalajara, espero y confío que para siempre. Y aquí ando, dispuesto a tener mi propia bitácora desde la que reflexionar sobre esta tierra que tanto quiero por todo lo que me ha dado; por su gente, buena gente, gente sabia y amiga de su gente; por sus costumbres y tradiciones, propias, auténticas, únicas, inigualables para mí y para tantos. Tierra castellana de vinos, de ganadería, tierras de labranza y de cosechas. Tierras de gente auténtica, trabajadora y leal como pocas. Tierras, en definitiva, bellas, inmortalizadas por el gran Cela hace más de seis décadas y que deben seguir cautivando a propios y extraños.
¿Y qué os voy a contar desde aquí?, os preguntaréis. Pues como no soy experto ni maestro de nada, ni falta que me hace, simplemente quiero tener un blog personal desde el que reflexionar sobre la realidad castellanomanchega, sobre el devenir social pero también político, porque muchas veces no queremos callarnos cuando vemos que las cosas no se hacen como se deberían. Que sirva esta primera entrada como punto de arranque para mostrar a mis seguidores (futuros seguidores, espero) lo que amo a esta tierra y lo que quiero para ella, que no es sino prosperidad, alegría, trabajo. Una palabra bendita que en estos tiempos de crisis y mala gestión han convertido en maldita para muchos, en deseo inalcanzable. El trabajo que es el que me ha permitido poder regresar a mi tierra alcarreña, pero me considero una excepción dentro de un mar de desempleados. Muchos optan, como hice yo, por ir a Madrid en busca de trabajo, de una vida mejor, como ocurre también con la gente de las otras provincias castellanomanchegas. Y como lo que deseamos los que sentimos de verdad esta tierra es su prosperidad, sirva también este blog para colaborar, en la medida de mis posibilidades, a tirar para adelante, a hacer mejor la vida de los que aquí han decidido, valga la redundancia, vivirla. Bienvenidos a mi blog y muchas gracias.